(Diario de Elena)
Sábado 17 de Junio 2014
Yo no quería, no me gustaba, pero no podía hacer nada. Si no le cocinaba como a el le gustara, si no tardaba exactos 15 minutos en comprar en el almacén, si me quedaba charlando con mi vecina Mabel, o si simplemente le respondo a algún comentario, el me pega. Son incontables las veces que me llama por "inútil", "idiota". Me siento indefensa, no hay manera de frenarlo cuando se transforma en ese cruel hombre, para colmo, yo tengo la voz bajita. Bajita, pero no finita que no es lo mismo. Intentó arduamente que alguien me escuche, mi voz es seria y grave, modulable, se adapta perfectamente a lo que quiero decir, pero eso si: no se me escucha. Y es lo más indignante. Pedir ayuda y no recibirla, y no porque no quieren dártela. Sino porque nadie escucha tu petición.
Pasan los días y yo creo que el cambiara, lo sigo pensando. Pero no se que es lo que le genera tanto odio a mi persona.
"Hoy es un día nuevo" esa es la frase que repito en mi cabeza todas las mañanas. Pero que sea un nuevo día seria que ocurran cosas nuevas y no repetir siempre la misma historia. Así es mi vida tan dura y dolorosa. Ya no salgo de mi casa por vergüenza a que me vean moretones, o simplemente que me pregunten "como esta tu marido?" Y pensar "igual que siempre".
Aunque no es realmente siempre. Tuvo una época en la que era el hombre de mi vida, era amoroso, respetuoso y atento. Hoy, 20 años después sigo guardando una carta que me envió al estar de novios.
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Martes 15 de Noviembre 1996
Querida Elena:
En el momento en que apareciste, llenaste mi vida de alegría, de felicidad y sonrisas. Pero sobre todo la llenaste de amor. Pienso en vos a toda hora. Sos mi hoy y mi mañana también.
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Y es por esto que no comprendo como hoy en día es el monstruo con el que convivo.
Pasan los días y yo creo que el cambiara, lo sigo pensando. Pero no se que es lo que le genera tanto odio a mi persona.
"Hoy es un día nuevo" esa es la frase que repito en mi cabeza todas las mañanas. Pero que sea un nuevo día seria que ocurran cosas nuevas y no repetir siempre la misma historia. Así es mi vida tan dura y dolorosa. Ya no salgo de mi casa por vergüenza a que me vean moretones, o simplemente que me pregunten "como esta tu marido?" Y pensar "igual que siempre".
Aunque no es realmente siempre. Tuvo una época en la que era el hombre de mi vida, era amoroso, respetuoso y atento. Hoy, 20 años después sigo guardando una carta que me envió al estar de novios.
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Martes 15 de Noviembre 1996
Querida Elena:
En el momento en que apareciste, llenaste mi vida de alegría, de felicidad y sonrisas. Pero sobre todo la llenaste de amor. Pienso en vos a toda hora. Sos mi hoy y mi mañana también.
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Y es por esto que no comprendo como hoy en día es el monstruo con el que convivo.
Lamentablemente tarde, tarde en darme cuenta como eran las cosas y como debía reaccionar al respecto. Me costó mi dignidad, mi salud física y mental, pero luego de tantas noches sin dormir por miedo, supe que tenía que acudir a alguien, necesitaba ayuda. Urgente.
La noche del 15 de noviembre decidí hacer mi denuncia, fue vergonzoso tener que contarle a un oficial de policía las terribles cosas que mi marido me hacía.
La noche del 15 de noviembre decidí hacer mi denuncia, fue vergonzoso tener que contarle a un oficial de policía las terribles cosas que mi marido me hacía.
Policía: Señora Elena, puede detallarme usted un episodio de violencia reciente para dejar asentado en su denuncia?
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